El Hotel Bagués reafirma su vínculo con la ciudad y el modernismo a través de la nueva colección de arte “Joyas del Art Nouveau”
Hotel Bagués 5*: una joya histórica en La Rambla de Barcelona
El hotel reafirma su vínculo con la ciudad y el modernismo a través de la nueva colección de arte “Joyas del Art Nouveau”
Ubicado en pleno centro de Barcelona, el Hotel Bagués5* ha estado profundamente vinculado a la ciudad y al modernismo a través del arte.
27 joyas del Art Nouveau
Jordi Clos, presenta en la Sala-Museo del Hotel Bagués 5* una colección de 27 jarrones que capturan la esencia del movimiento artístico de la época modernista (finales del siglo XIX y principios del XX).
De estos, la mitad son obras del renombrado artista Émile Gallé,mientras que las restantes son de otros artistas contemporáneos, como Paul Nicolas d’Argental o Charles Schneider, los cuales se formaron en los prestigiosos talleres de vidrieros Gallé o de Baum en Nancy, Francia. Otros artistas presentes son de la fábrica de Saint-Denis creada por François Theodore Legras (1839- 1916), la de la marca Arsall (Weisswasser, Alemania) y la de La Rochère, la vidriería tradicional más antigua de Europa. Estas obras, en su conjunto, son un tesoro cultural que años atrás adornaron las salasde unadistinguida familia noblemadrileña, antesde ser reunidas para esta exposición única.
La diversidad y complejidad de la técnica empleada en estas piezas es asombrosa: desde el meticuloso grabado al ácido hasta el repujado en estaño, pasando por la delicada técnica de la "marquetería", donde los artistas aplicaban elementos decorativos de vidrio sobre la pieza aún caliente.Cada obra es un testimonio del dominio artístico y la innovación técnica de su creador, reflejando una habilidad y un cuidado meticuloso en su elaboración.
Pese a ser obras de distintos autores, todas ellas se sustentan bajo dos conceptos clave: la naturaleza y la abundancia del color. En los jarrones se aprecian paisajes idílicos con lagos, montañas y bosques, así como animales y sobretodo plantas, los artistas consiguieron plasmar en sus obras un mundo de belleza natural.
Encontraban la inspiración en el “jardín botánico” que instauró Gallé en su propio taller de producción artesanal, de esta manera, él y los demás maestros artesanos tenían a su disposición modelos reales con los cuales poder guiarse y plasmar a la perfección los elementos característicos de cada una de las flores en sus obras. Entre las especies identificadas figuran orquídeas, rosas, gladiolos, pendientes de la reina, glicinas, la flor de Pascua, clematis, racimos de uvas, cardos, helechos, muérdago o acebo.